El mendocino Martín Appiolaza será contratado desde el mes
próximo para trabajar la problemática desde lo social y urbano. Se desempeñó
como funcionario de Naciones Unidas, entre otros.
"Rosario está sobre el tapete, pero el crecimiento de
la violencia es un fenómeno bastante generalizado en ciudades de más de un
millón de habitantes de Argentina y América latina", aseguró Martín
Appiolaza, un especialista mendocino en seguridad democrática que a partir del
mes próximo trabajará como asesor de los equipos municipales. La intendenta
Mónica Fein rescató la "trayectoria académica" y a la vez la
"gran experiencia" que el experto podrá volcar al proceso que apunta
a potenciar el rol que le cabe a la ciudad en materia de seguridad e
integración social y urbana.
El vastísimo currículum de Appiolaza incluye su desempeño
como funcionario de Naciones Unidas y consultor en proyectos de seguridad
ciudadana y prevención de la violencia y el delito en la Argentina, México,
Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú
y República Dominicana.
Aunque el especialista se excusó de hablar en profundidad
sobre la problemática de la inseguridad en Rosario por no estar aún
"totalmente involucrado", adelantó que entre marzo y abril próximos
comenzará a trabajar junto a equipos de distintas áreas municipales para
aportar al abordaje de la problemática con la "mayor cantidad de miradas y
actores", lo que incluirá también sumar experiencias previas ya
desarrolladas en la ciudad y la provincia.
"Vengo trabajando sobre una plataforma de ciudades de
América latina y Europa en el tema de seguridad ciudadana y prevención de la
violencia y el delito: ahí están Rosario, Montevideo, Medellín, Godoy Cruz,
Peñalolén (una comuna del Gran Santiago, en Chile) y Barcelona", contó.
"El tema es repensar y reentender las ciudades en el
marco de una violencia creciente que no se agota en la vinculada al
narcotráfico", explicó Appiolaza.
Desde esa perspectiva, los gobiernos locales no pueden
declararse inermes frente a la problemática de la inseguridad, sino que deben
preocuparse por "mejorar las condiciones y calidad de vida" en todos
los aspectos posibles, apuntando a disminuir las inequidades.
Para Appiolaza, además, cualquier "resultado
positivo" en proyectos de carácter local que apunten a reducir la
violencia dependerá de la posibilidad de "generar consensos políticos,
ampliar la participación y generar un liderazgo fuerte y comprometido de los
intendentes o jefes comunales".
La propia Fein rescató esa perspectiva, convencida de que "hay
un rol de las ciudades en materia de seguridad democrática que, al margen de lo
que le compete al gobierno provincial, se debe y se puede profundizar".
Entre las medidas concretas que impone ese rol, Fein
mencionó una serie de acciones que su gobierno ya viene encarando: operativos
integrales en barrios, inspección de comercios en busca de otras posibles
actividades ilegales, obras de infraestructura y servicios, identificación de
sectores sociales especialmente vulnerables o en riesgo, y "todo lo que aporte
a la convivencia y la integración urbana y social".
La intendenta recordó que "uno de los hechos de
violencia más graves que tiene la sociedad es la desigualdad", algo que se
expresa con singular crudeza "cuando un niño o un joven no ve futuro en su
vida".
Aunque ese sea el desafío más urgente (como dijo Gabriela
Mistral, el niño es siempre hoy, no puede esperar), Fein confió en la
"necesidad de prevenir, integrar, disminuir la desigualdad, actuar en la
lucha contra el delito y obviamente lograr justicia, porque no hay sociedad que
pueda avanzar hacia una seguridad democrática con impunidad".
Y, al menos para transitar parte de ese camino, confió en la
experiencia de Appiolaza para "abreviar el aprendizaje".