Publicado en Clarín, 22 de noviembre de 2014.
Los niveles
de violencia están creciendo en algunas ciudades y bajando en otras. Aunque no
se publican estadísticas oficiales desde el año 2008, es posible inferir
tendencias a partir de estudios parciales de la Justicia, los sistemas de salud
o la prensa. Así surge que en el gran Mendoza se proyecta un aumento de los
homicidios del 50%; que en Comodoro Rivadavia subieron cerca del 30% (como ya
pasó en el 2012); que algo similar pasa con la ciudad de Santa Fe. En 2012 los
homicidios crecieron casi el 70% en la provincia de Córdoba. También aumentaron
un 60% en Chubut, 54% en Salta, 46% en Entre Ríos, 14% en Formosa, 9% en Buenos
Aires y 8% Neuquén, según registros del Ministerio de Salud analizados por la
Asociación de Políticas Públicas. El año pasado el aumento en Rosario fue del
39,5% (Observatorio de municipal de Convivencia y Seguridad), en Neuquén el 27%
y en ciudad de Córdoba el 10,5% (dato del Observatorio de Seguridad Ciudadana).
También hay
descensos este año en tres ciudades que habían tenido alzas recientes. Rosario
está bajando sus homicidios a partir de programas sociales de infraestructura,
inclusión educativa, prevención de la violencia armada, patrullaje de fuerzas
federales, reformas en la policía e investigaciones judiciales sobre grupos
criminales. También tienden a bajar Córdoba y Mar del Plata.
En el 2012
el 63% de los homicidios en la Argentina fue con armas de fuego. En Mar del
Plata el 71,8%, según el Centro municipal de Análisis Estratégico del Delito y
la Violencia. En el Conurbano llegaron al 68,9%, la principal causa fueron
riñas o venganzas (41,57%) y la mitad de las víctimas sobre las que hubo datos
fueron niños y jóvenes. En el mismo año en la Ciudad de Buenos Aires el 56% de
los homicidios involucró armas de fuego, una bronca previa fue causa principal
(39%) y 4 de cada 10 víctimas fueron niños y jóvenes, según los estudios de
expedientes que hace el Instituto de Investigaciones de la Corte Suprema.
Es una
tendencia global, según la ONU: 50% de las víctimas de homicidios en el mundo
tienen entre 15 y 29 años; el 79% son varones. En América Latina la posibilidad
de morir siendo joven es cuatro veces más alta que en el resto del mundo,
potenciada por el uso de armas: 66% de los homicidios (el doble que en Asia y África).
Las
estadísticas y las experiencias demuestran que para disminuir las muertes hacen
falta programas integrales de prevención de la violencia, abordar a los grupos
más conflictivos, generar su inclusión social y cultural, mediar para desmontar
las enemistades entre bandas, controlar efectivamente armas y municiones con
una agencia jerarquizada y solvente. Excepto algunas experiencias aisladas
(gubernamentales y de la sociedad civil), en la Argentina prevalece una
respuesta insuficiente, puramente policial y judicial.
por Martín
Appiolaza, Director del Centro de Estudios de Seguridad Urbana de la
Universidad Nacional de Cuyo