domingo, 12 de octubre de 2014

Entrevista: "Les tenemos miedo a las palabras"



Aunque no sea fácil hacerlo bajo el fuego cruzado de la campaña electora el entrevistado propone que es posible pensar las "cuestiones de seguridad" desde la izquierda, superando políticas que describe esquizoides, a condición  de enfrentar ciertos temores y de elaborar ciertas "reminiscencias terribles".


Por Rafael Rey

EL MENDOCINO MARTÍN Appiolaza, especialista en seguridad ciudadana y prevención del delito, estuvo la semana pasada  en Montevideo, en el marco del Foro Justicia 2014, organizado por el Centro Interdisciplinario de Estudios Judiciales y la Asociación de Funcionarios Judiciales del Uruguay.
Allí dio una conferencia ("Seguridad, política y populismo penal"), donde, "entono de farsa", brindó consejos a aquellos candidatos que "quieren ganar fama y votos usando a las víctimas de los delitos". Según Appiolaza, actual asesor de la Municipalidad de Rosario en temas de seguridad pública, es un buen momento para quienes "piensan que se pueden dejar de lado los argumentos y transformar el miedo en votos".
Sobre este y otros temas conversó con Brecha.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Hacia una nueva seguridad municipal

Desde el ámbito municipal se puede generar un nuevo modelo de seguridad alejado de las políticas de la derecha populista.

Publicado en La Vanguardia.

Por Martín Appiolaza. Se viene el calor. Con él aumenta la cantidad de conflictos violentos y delitos. De la mano llegan los reclamos potenciados por el clima pre electoral. Mal momento para los intendentes: aunque no tienen responsabilidad directa sobre la seguridad, los vecinos igual les apuntan con sus demandas. ¿Qué pueden aportar a la seguridad sin hacer populismo los gobiernos locales?

lunes, 22 de septiembre de 2014

Una seguridad efectiva debe ocuparse de atender a los policías y sus problemas

La tragedia de El Bermejo es otro caso de violencia que involucra a policías. Ante la repetición de casos urge una política integral de seguridad democrática que se ocupe también de las condiciones de trabajo de los policías, formación, economía, carrera, salud, controles y sanciones.


Publicada 22 de septiembre 2014 en MDZol

Martín Appiolaza, Centro de Estudios Seguridad Urbana (UNCuyo), Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia

Cuando los hechos aislados se empeñan en repetirse es porque ya tememos un problema estructural. Los casos de violencia y policías se repiten, denotando el deterioro de las condiciones de salud, laborales, económicas y en algunos casos éticas que les afecta. Los policías son la cara más visible del sistema de seguridad, los casos son el emergente de una crisis (con claros responsables) que merece un abordaje integral.

Cuando en una organización cualquiera los miembros empiezan a mostrar síntomas extendidos de malestar, es porque hay que mirar el funcionamiento de la institución. Según testimonios publicados en la prensa, esto está pasando con los policías de Mendoza. En los últimos meses hemos visto casos de violencia protagonizada por trabajadores policiales contra otras personas o ellos mismos, renuncias y quejas. Según trascendidos, también hay un nivel preocupante de hábitos insalubres en muchos agentes, así como problemas en el ámbito familiar. No hay que estigmatizar ni generalizar, sino reconocer que hay un funcionamiento institucional que está afectando a algunos de sus miembros. Y ocuparse.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Instrucciones para ganar fama y votos usando a las víctimas de la inseguridad

Una vieja fórmula conservadora viene ganando adherentes: reemplazar la inclusión social por la guerra al delito. La demagogia penal tiene como aliados a una pléyade de políticos ambiciosos y un estilo de dar noticias, que aprovechan el temor al delito para proponer una versión de la sociedad en la que muchos están de más.


Por Martín Appiolaza. Un fantasma recorre nuestros países: la inseguridad. ¿Qué es eso? Se podría traducir como falta de seguridad. Pero, ¿qué tipo de seguridad? Tal vez seguridad social. O, quizá, seguridad frente a catástrofes. No. No de ese tipo. Es miedo al delito violento (aunque, cuando se profundiza, las encuestas muestran que los otros temores se mezclan). En el temor de unos, otros ven oportunidades para llevar agua hacia su molino. Vivimos tiempos venturosos para los cultores de la demagogia penal. Lo vemos en el mundo de la política y también en el discurso mediático.

Lo vemos a diario: un candidato oportunista que sabe llegar a los corazones proclamándose el defensor de las víctimas y abanderado de los castigos, puede convertir el temor y el dolor en votos a su favor. Montarse sobre la inseguridad también atrae consumidores de noticias, rating, mejores ventas. El temor es negocio: contarlo genera angustia, necesidad de informarse sobre las amenazas que acechan y abre las puertas para algún gladiador en campaña que jure que tiene la mano bien dura.

El populismo penal, ya sea en su versión candidato o bien en su versión mediática, trata de aprovechar la angustia de la gente que sufre violencia o se siente vulnerable. La clave: emocionar y dar respuestas simples a problemas complejos. Jibarizar. Reducir la sociedad a lucha del bien contra el mal, para promocionarse como el cruzado de los justos.